12/08/2008

...y acabé buscando un R2

Es difícil encontrar un buen punto de partida, pero no vamos a empezar a ¿cantar? Talk Show de Pedro Suárez. Prefiero hablar de las cosas de todos los dias, como la televisión de las 3 a.m. (después de eso-que-dan-en-Cinemax), las lentejas de los lunes y la epifanía ocasional. Porque a uno le dan las revelaciones espirituales cada semana como si fuera Nathan Petrelli en la tercera temporada de Heroes. Eso sería bueno si me dedicara a la política o su equivalente amateur, el stand-up comedy, no para un recién graduado que no sabe si titularse o encontrar trabajo.

- ¡Zork! ¿Qué vamos a hacer esta noche, Nathan?
- Lo mismo que hacemos todas las semanas, Peter: ¡TRATAR DE SALVAR AL MUNDO!
Luego unirnos a los villanos, luego viajar al futuro, destruir el mundo,
regresar con los villanos, salvar el mundo, morir, resucitar y repetir.

Ojo que no todas esas revelaciones terminan en desastre. Sólo para Loeb. Hay revelaciones buenas, como cuando encontré mi tema de tesis sobre cine. Es cierto que la idea llegó después de seis meses de probar temas de nuevos medios y hasta hace dos semanas mi familia creía que yo estaba mas bien terminando. Y otras son un poco ambiguas en su momento, como la que dictaba que debía abrir un blog porque ya no tenía tiempo para mi blog.

Eso sonó muy no-bueno.

Es como decir que no tienes tiempo para nada, pero lo mejor que puedes hacer para solucionarlo es conseguirte un hobby. Pero en el fondo, cambiando la URL te justificas para cambiar radicalmente todo el ritmo y estilo de blogueo. La gran interrogante es, después de acostumbrarte a recoger fumadas de las interwebs y hacer el cuento de que el tema es el off-topic, ¿qué haces cuando te toca cambiar el tema? Por eso decidí elaborar este cuadro para explicar cómo funcionan los contenidos en la blogósfera:

Cuadro 1.1. Contenidos en la blogósfera.
Tu vida sólo es blogueable por un tecnicismo legal
que resolveré cuando sea Emperador del mundo.

Pero me parecía que le faltaba algo todavía, así que lo redefiní:

Cuadro 1.2. Contenidos en la blogósfera versión 2.
Star Wars lo es todo. Literalmente.

De esta manera tengo a Star Wars como garantía y nuevo comodín para tener los temas que me den la gana, reforzando el factor friki. Eso va de acuerdo al principio de saber un poco de todo. Como House. O MacGyver. Pero para escribir. Y sin eso de estar salvando gente, que si están en problemas seguro se lo han buscado con su modo de vida libertino, sus iPods y su música rap. Entonces vamos con un blog semi-temático warsie mientras manipulo la epistemología de la web hasta el punto donde pueda calzar un R2 donde quepa.

¿A quién no le caería mal un droide astromecánico (R2 o droide en adelante, sea cual sea el modelo), al fin y al cabo? No ocupan mucho espacio, tienen un montón de compartimientos, bracitos para cortar, soldar, robar línea telefónica, reproductor de DVD con proyector holográfico. Hasta pueden volar (a menos que les borres la memoria y no recuerden que saben volar en los próximos 20 años). Yo usaría un R2 para mantener la casa limpia, traerme la comida de la refri, reiniciar el módem cuando se recaliente y para que me defienda de los crueles RoboSapien:


Sí, señores. Sexo droide. Y R2 nunca juega de muerdealmohadas.

Además de someter a otros droides con sus poderosas sondas de interfaz, una buena unidad R2 podría filtrar mis feeds RSS, digitalizar mis dibujos sin necesidad de usar el escáner prehistórico de mi viejo, organizar mis anotaciones y eliminar los archivos basura de mi disco duro, todo aquello en lo que desperdicio la mayor parte del día. Necesito un droide. Luego me tendré que costear un X-Wing, o por lo menos una bici con canastilla para aprovechar el sistema de navegación espacial.

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